Es una de las puertas de acceso al recinto amurallado, cuyo nombre en el siglo XVIII parece ser que fue el de Arco de los Gitanos.
Una teoría, es que éste no forma parte del contexto de la villa medieval, sino que se construyó muy posteriormente. La verdadera puerta, que reúne las características de las islámicas, seria la que hoy se encuentra enmascarada en la vivienda existente a la derecha del Arco (visto desde la Calle de la Victoria) que sería inutilizada por no permitir un tránsito cómodo de vehículos, dado que, por necesidades defensivas, hacía un recodo o "L" en su camino hacia el otro lado de la muralla.
En cuanto a su nomenclatura actual, le viene del altar colocado en su parte superior interna, que da cobijo a una imagen de Maria Santísima de Belén que, según el Doctor Thebussem, se hallaba en 1860 en el coro de las Agustinas del convento de San Cristóbal.
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