Los estudios y actuaciones arqueológicos realizadas sobre el sitio señalan la existencia de tres fortificaciones superpuestas temporalmente: restos de un castellum romano, restos del alcázar árabe y restos de un castillo medieval.
Castellum romano: es una fortalza de gran solidez militar romano. Se consevan gruesos muros contruidos con sillares. Ocupa la mayor parte de la cumbre del cerro.
Alcázar árabe: se consevan varios tramos de murallas contruidas con tapial, cuya fabricación se realizaba con una mezcla prensada de tierra, pequeños guijarros, trozos de cerámica y cal. Podría ser del siglo XI, de la época almorávide, por los retos que se han sacado de su fosa de cimetación. El perímetro de este nuevo castillo es mayor que el anterior.
Castillo medieval: entre finales del siglo XVI y bien avanzado del siglo XX el castillo y su entorno sirviron de cantera para extraer piedras para las nuevas construcciones, como la Iglesia Mayor de Santa María la Coronada y el Ayuntamiento, dejando la fortaleza en las ruinas que han llegado hasta nosotros.
Durante la ocupación francesa fue utilizado por las tropas francesas como cuartel.
Recomendamos ver la exposición temporal de "Arqueología en el Castillo de Medina Sidonia".
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